jueves, 8 de enero de 2015

PREMIO CUENTO DE NAVIDAD





                                                             EL REPARTIDOR

     Tomo asiento con un bufido, a pesar del frío que hace estoy sudando y cansado, muy cansado. Tras sacar el grueso libro una vez más, anoto los nombres en el registro de entregas realizadas. Miro lo que todavía me queda pendiente y no puedo reprimir un gesto de abatimiento. Es agotador este trabajo para un solo repartidor, a pesar del vehículo del que dispongo, que me lleva con una rapidez pasmosa a los lugares, cuasi antes de pensarlo. La verdad es que están resultando unas Navidades complicadas.
     Si por lo menos estuvieran conmigo Gaspar y Balta sería todo mucho más rápido y ameno pero, desde que se marcharon a Suecia a vivir como pareja, me encuentro muy solo. Han sido muchos siglos compartiendo tarea, hasta que empezaron a relegarnos, a olvidarnos, a substituirnos por el pequeño regordete del trineo..
     Y doy gracias por haber conseguido este empleo, aunque haya tenido que cambiar mis ropajes y mi corona por este gracioso trajecillo rojo. Una gran desgracia que a Santa lo alcanzara en año pasado aquel misil cuando iba de reparto y quedara hecho unos zorros pero… no hay mal que por bien no venga…

No hay comentarios:

Publicar un comentario