jueves, 19 de marzo de 2015

HOY DÍA DE SANT JOSEP, QUIERO ENTREABRIROS UN POCO EL LIBRO DE MI VIDA



   Mi nombre es Josep Ferrá, aunque me bautizaron como José mis convicciones me llevaron a traducir mi nombre hace treinta y cinco años.
   A pesar de que mis raíces se extienden hasta una pequeña y hermosa isla del mediterráneo llamada Menorca, mis padres se conocieron y se casaron en Valencia, ciudad donde vi la luz producto de su amor, un 22 de enero del 1954, bajo el influjo de Acuario, de madrugada, por eso quizá me gusta la noche para escribir. Mi signo me marco a fuego, por ello seguramente dicen los que me quieren que soy algo tímido, imaginativo, irascible a veces, idealista, tozudo, honesto y optimista (entre otras “virtudes” que a los nacidos bajo este signo se nos atribuye).
    Sesenta y un años dan para mucho, aunque a veces tengo la impresión de que han pasado volando. Mucho he vivido y de muchas cosas he sido testigo, mucho amor he dado y mucho he recibido, mucho he caminado y en muchos lugares he estado que todos han dejado huella en mí. En general me considero un hombre afortunado, feliz con lo que tengo, enamorado hasta las cachas de una extraordinaria mujer con la que casé hace treinta y seis años, enganchado por las narices y el corazón, y con la que comparto un genial hijo embrujado como yo por la literatura y, en su caso, también por la música. Tengo la fortuna de disfrutar de un hermano que, aunque menor que yo, siempre ha sido un gigante, el más grande de los dos, y de su compañera, otra hermana para mí.
   Soy amigo de mis amigos, enamorado convicto, lector impenitente, roquero viejo y enviciado por la historia; enemigo de la injusticia, de la hipocresía, de la violencia, del abuso de poder, de la incultura, del fanatismo y de la alienación, sea del tipo que sea.
    A lo largo de mi vida he sido administrativo, representante, animador cultural, repartidor, director comercial, vendedor de libros,… y algunas cosas más que prefiero obviar, trabajos que me han permitido viajar por todos los rincones de España y conocer increíbles ciudades como Moscú, París, Amberes, Berlín… Hice casi de todo menos de aquello que más deseaba desde bien pequeño: ser delineante y escritor; lo primero quedó aparcado para siempre, a lo segundo le dedico desde hace unos años algún tiempo para intentar aprender a ser una sombra de ello.
    He publicado dos novelas y he colaborado en algunas antologías, presentando trabajos a diferentes premios literarios (¡inocente osadía la mía!) sin conseguir nada importante, excepto un premió a un cuento en un concurso del Ayuntamiento de Valencia.
    Hoy, sobrevivo rodeado de mis mujeres en esta histórica y hermosa población de Sagunt, donde nos ubicamos por circunstancias hace cinco años, luchando cada día por hacer algo nuevo, disfrutando como la mayoría de esta esplendorosa crisis que gozamos gracias al buen hacer de nuestros queridos gobernantes. Y he dicho antes “mis mujeres” puesto que convivo con cuatro hembras, a saber: el amor de mi vida, mi fiel, sufrida y amadísima compañera Lali, su madre, la mía y una blanca chucha, de raza indefinida, con la que comparto paseos dos veces al día, (hasta hace bien poco eran dos compañeras de paseos Neska y Kira, pero Kira una guapa husky murió hace poco destruida por un maldito cáncer de hígado).
   Y eso es casi todo… una vida poco novelesca pero, eso sí, os aseguro que muy vivida, muy estimada y muy bien acompañada por grandes corazones que han estado, están y estarán siempre muy cerca del mío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario