Y la luna los revistió de
luz
Y fue la voz del mar suave
caricia
Y las estrellas rutilantes
testigos de su entrega
Y la arena de la playa
cálido lecho de su deseo
No escucharon cantos de
sirena
Ni grandes y estrambóticos
sonetos
Ni músicas celestiales los
envolvieron
Ni se estremeció el mundo
con su acto
Sólo fue amor, puro y
sincero
Nocturno, desnudo, tierno,
delicado.
JF. 13.07.16
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