domingo, 18 de octubre de 2015

LA SOLUCIÓN FINAL



   Sonó irritante el teléfono por tercera vez aquella mañana en el despacho del Gobernador. Al otro lado del aparato el Prefecto Regional habló con voz aflautada y metálica.
   -Señor, ha vuelo a suceder. Hoy se han desconectado veintitrés más y algunos incluso han destruido los receptores de imagen.
   -¡Malditos insumisos! –bramó airado el Gobernador-. Se propagan como un virus.
   -Sí, señor. Los afectados han sido detenidos, a la espera de su mandamiento para ser llevados, como siempre, al Jardín Taxonómico para su oportuna reconversión en adaptados ciudadanos.
   -Perfecto. Envíeme el informe cuanto antes para proceder – conluyó con firmeza el mandatario.
   -A sus órdenes, señor – acató servil el Prefecto.
   Tras colgar el auricular, golpeó furioso la mesa con su puño. Pasó su pañuelo por la sudorosa calva, secando las gotas que la perlaban, y retomó su tarea.
   Una tras otra fue abriendo carpetas y firmando los impresos de “Procedimiento Urgente para Internados en el Jardín Taxonómico”.
   De una manera o de otra, pronto acabaría con aquella pesadilla de los rebeldes insumisos.
   Lobotomía, lobotomía, lobotomía…

JF.
18/10/15

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