Roberto,
Don Roberto, llevaba horas contemplando en silencio el juego danzante de las
llamas retozando en la chimenea, juego de luces y sombras rielando. Sus ojos
brillaron al desviar la vista hacia la repisa donde descansaba un burdo adoquín
junto a la foto en blanco y negro de dos jóvenes sonrientes señalando un
grafiti en que se podía leer “Il est
interdit d’interdire”, uno de los muchos gritos que resonaron en las calles
de París aquel mes de mayo casi cincuenta años atrás.
Sobre
la mesita el vaso de zumo y las seis pastillas de cada noche.
Roberto,
Don Roberto, estaba cansado de vivir, cansado de esperar, cansado de estar
cansado, harto de su soledad y de la triste monotonía instalada en su
existencia.
Aquella
noche echaba especialmente a faltar a la joven que posaba junto a él en la foto
de la repisa, Suzette. Fue un romance intenso que duró algo más de un mes. Hijos
del deseo se entregaron a las más insospechadas locuras aprendiendo a gozar con
sus cuerpos. Corrieron ante la policía y lanzaron más de un coctel contra empresas
del enemigo capitalista. Rieron y lloraron, cantaron y soñaron, rompieron con
otros muchos los moldes de la anquilosada sociedad que los encorsetaba,
levantaron las empedradas calles buscando el mar bajo los adoquines… fueron rio
y fueron fuego, fueron rebelión y esperanza, fueron parte de una ilusión que
estremeció al mundo y lo obligó a abrir los ojos ante una nueva realidad…
Suzette
murió en sus brazos, alcanzada durante una de las últimas manifestaciones por
una bala perdida disparada por elementos de ultra derecha, movilizados por el
gobierno para reventar las acciones estudiantiles y obreras de aquel mayo
francés.
Roberto,
Don Roberto, sintió una vez más que las lágrimas rodaban por sus mejillas al
recordar aquella terrible noche, pero también sintió la garra que ahora se
clavaba en su pecho tirando de su garganta, ahogándole.
Quiso
levantarse, pero el dolor se hizo más agudo. Alargó la mano hacia la
fotografía, sin llegar a ella.
-¡Suzette!
–musitó.
…Y
Suzette tomó su mano y lo llevó con ella.
JF.
31.05.15
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